miércoles, 23 de noviembre de 2011

Crónicas de una computadora ( III ) Relato por entregas

El "humano" me está "metiendo algo en mi cerebro", no sé qué es pero me está fastidiando bien. De pronto mi compañero me dicta una orden de aviso y yo doy
un vocinazo. Mi "dueña" me toca un "músculo" (botón) y contesta:

--"¡!Caramba, se me ha helado la sangre al oír el timbre!"

Mi "compi" me dice que le transmita a mi ama lo siguiente:

--Claro, es que te he puesto un sonido fuerte, para que cuando te llamen por chat, te enteres y contestes.

¡Ah, ya, eso era lo que antes me había metido el "humano" en el "cerebro"! Pues ahora pienso chillar con toda mi capacidad cuando alguien me de la orden de aviso para la señorita, ¿qué se creen, que siempre  va uno a estar calladito y trabajando?

Hoy parece que los humanos están de luto. Algunos lloran, porque dicen que nos vamos del piso.

¡Oh, socorro, me meten de nuevo en mi "jaula"! ¿pero dónde me llevan ahora estos "tontos del ala"?...

Estoy en un sitio totalmente distinto al que habitaba hace apenas unas horas. Esta habitación es mucho más bonita. Aquí hay más "trastos": Un "hermano mayor" que es parecido al del piso anterior, con su monitor y su teclado. A mí me han "sentado" encima de otro cacharro que dicen que se llama Escáner, porque no hay más espacio en la mesa. Debajo de nosotros hay dos "accesorios" que se llaman altavoces, y otra máquina que se llama Impresora. Todos están unidos al "hermano mayor". Sin embargo Yo sigo teniendo al "chivato" pegado a mí, ¿porqué?

Mi ama se pega todas las noches unos "chateos" que da asco, porque me tiene hablando hasta las tantas de la madrugada; Algún día se acordará de quién es Toshiba.... Y lo curioso es que casi siempre habla con la misma persona, pero no puedo, no debo decir nada más de ellos.

Ya estamos en pleno agosto y hoy mi ama está muy furiosa. Ha reñido con el que la tenía a todas horas de charla y lo he pagado yo, porque, ¡si vierais con qué mala leche me aprieta mis "huesos" y mis "músculos"! ¡Pobrecita, ahora me da mucha pena y creo que voy a perdonarle todo cuanto me ha hecho trabajar hasta la fecha de hoy!

Mediados de Septiembre. Alguien ha venido a meterme más trabajo: por lo que me voy temiendo, es otra colega del "humano", sí, otra instructora. ¡Ah, pero es una mujer! Lo sé porque me ha mandado ir a su cuenta de correo, así que he "cazado" su nombre. Me manda que haga una cosa, y al minuto, me manda deshacerla y hacer otra; ¡huy, esto no me gusta mucho! ¡Nada, que entre los dos instructores a mí me van a volver loco y medio! ¡Que se vaya la señorita, por favor!

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