sábado, 25 de febrero de 2012

Accesibilidad de los sordociegos a las tecnologías de la información.(I)


Es algo muy difícil poder a un medio donde la información se manifiesta fundamentalmente mediante gráficos o imágenes. Si hablamos de la discapacidad visual, todos aquellos dispositivos y programas, hardware y software, específicamente diseñados para hacer accesible a los ciegos la tecnología de la información se llama «tiflotecnología», que basa su investigación y desarrollo en recursos que facilitan el acceso de los ciegos y deficientes visuales al ordenador, así como de aquellos dispositivos y sistemas autónomos con sus utilidades propias y específicamente desarrollados para ciegos.
Por su parte, la mayoría de las investigaciones en desarrollos tecnológicos para sordos se han centrado en el campo de la accesibilidad a la comunicación a distancia, a las telecomunicaciones, y a la información a través de los medios audiovisuales. En informática, por ejemplo, los elementos sonoros suelen ser auxiliares: no es el medio sonoro el fundamental donde se desarrolla y se muestra la información. Hasta el momento, han sido elementos auxiliares en la comunicación usuario-sistema, sonidos que alertan de algún cambio, error, avisos sonoros, etc.
Esto va cambiando, en detrimento de las personas sordas, con la implantación de los elementos multimedia. Internet va incorporando cada día más información de este tipo, aunque es raro, de momento, encontrar información presentada exclusivamente en este formato. No obstante, la gran carga visual y gráfica hacia la que han evolucionado los entornos informáticos desde el ya antiguo MS-DOS va claramente en favor de esta deficiencia.
Pero, esta realidad ha jugado en contra de los ciegos, cuyas herramientas de adaptación tuvieron que evolucionar rápidamente para acoplarse a este cambio. Además, otro escollo importante para muchas personas sordas ces  salvar la barrera del lenguaje, es decir, la dificultad para comprender los mensajes escritos por parte de aquellas que nacieron con esta discapacidad o que perdieron el oído a una edad tan temprana que no les permitió desarrollar el lenguaje oral de forma natural.
Este aspecto se facilita si los mensajes están en lenguaje conciso, y exacto; oraciones simples, no gramaticalmente retóricas; cabeceras, indicadores y títulos que faciliten la lectura al centrar el tema; no utilizar grandes extensiones escritas llenas de texto; imágenes, iconos y textos breves; adaptar textos sustituyendo  palabras complejas, o poco utilizadas, por otras sinónimas más sencillas, de un lenguaje más coloquial y de más fácil comprensión. 

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