lunes, 27 de febrero de 2012

Accesibilidad de los sordociegos a las tecnologías de la información. (III y final)


Las características de este trastorno visual requerirá mantener una cierta distancia con la pantalla, mayor contraste de colores entre figura y fondo, gráficos de mayor tamaño, etc. Cuando los restos dejen de ser funcionalmente aprovechables, el acceso a la información se irá limitando a la de tipo texto con acceso táctil, debido a la pérdida progresiva de los restos visuales generada por la retinosis pigmentaria. Por ello habrá que enseñarles el aprendizaje paralelo del braille, porque éste será el código de acceso a la información que va a utilizar en el futuro, utilizando, dispositivos y medios técnicos con salida de información en este sistema. 
Los sordociegos con deficiencia visual congénita y pérdida de audición adquirida durante el transcurso de la vida utilizan el alfabeto dactilológico en la palma de la mano para comunicarse.  Es habitual en este grupo que a nivel expresivo la respuesta sea oral con interlocutores oyentes, con la deformación expresiva consecuente a la falta de audición. No tienen, pues, la barrera del lenguaje.
Como sordos tardíos, accederán a la información, de manera general, salvando estas dos barreras: la de los problemas visuales y la del acceso a la información sonora, pues este soporte sí puede ser funcionalmente útil si sus restos auditivos se lo permiten, ya que el oído es el canal sensorial sobre el que se estableció su sistema de comunicación hasta quedar sordociego: la lengua oral.
Potenciados los restos, si los hubiere, con las ayudas auditivas correspondientes, puede llegar a ser útil acceder a la información sonora, como apoyo al braille, para acceder a la información del ordenador o a la comunicación telefónica, por dos ejemplo. Su código de acceso a la información es el sistema braille para los sordociegos sin restos visuales (como en mi caso) y la lectoescritura en tinta con las ampliaciones pertinentes para los sordociegos con resto visual.

Este grupo, al compartir la lengua oral y no tener problemas de acceso al lenguaje, normalmente tendrá un aprovechamiento mayor de la información de tipo texto, así como el acceso a toda la información escrita, tanto en Internet, como en cualquier otro medio o formato. Tendrán más facilidad para la comunicación textual remota, superando la barrera de la falta o dificultad de visión con las herramientas tiflotécnicas adecuadas. 
Los Sordociegos tardíos dependerán de  la edad de aparición de cada una de las dos deficiencias y el orden en que aparecen, además de por los restos sensoriales que queden en cada uno de los dos sentidos para su acceso a las tecnologías de la información.  Normalmente, todos quedaron sordociegos una vez adquirido el lenguaje, por lo que de manera general compartirán con el grupo anterior las mismas posibilidades a través de: el acceso a la información visual y a la información sonora, si existen restos auditivos que, potenciados con las ayudas auditivas correspondientes, les puedan permitir acceder a la información verbal sonora. 

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