jueves, 8 de marzo de 2012

Ayudas técnicas para personas con sordoceguera primera parte. (IV)

Las personas sordociegas deficientes auditivas y las que son sordas necesitan  que las ayudas técnicas les permitan detectar que se producen sonidos en su entorno y saber cuáles son, escuchar los sonidos o la conversación de su interlocutor con más claridad o recibir la información a través de otros canales sensoriales distintos del auditivo, según los casos. Las ayudas técnicas personas deficientes auditivas pueden suplir la dificultad de escuchar los sonidos y conversaciones cuando se producen a distancia con respecto de la persona, en un espacio con mucho ruido de fondo o con condiciones acústicas inadecuadas, como habitaciones con mucha reverberación del sonido. Las ayudas técnicas para personas sordas  cubren la información sonora por otro sistema alternativo basado en la luz (o la imagen) o la vibración. Para quienes nacieron sordociegas  es frecuente en este grupo encontrarse con que conservan restos en uno o en ambos sentidos.
Dependiendo del que sea potencialmente más aprovechable, utilizarán ayudas técnicas dirigidas principalmente al colectivo de personas sordas o de personas ciegas. Para aquellos que poseen buen resto visual, hay que tener en cuenta que, en muchos casos, cuando son jóvenes, no acceden a la comprensión de textos escritos. Por ello, es necesario el aprendizaje por demostración del funcionamiento de cada ayuda técnica, así como la puesta en práctica en situaciones reales de la función para la que fueron diseñadas. Suele ser necesario presentar la información sobre este funcionamiento en imágenes,  dibujos, iconos, etc., dentro de un formato sencillo y bien contrastado.
Para quienes han nacido con una deficiencia auditiva y a lo largo de su vida perdieron la vista hay que resaltar que han utilizado con anterioridad a la pérdida visual ayudas técnicas basadas en proporcionar la información de un sonido mediante luz, como los despertadores, los indicadores de sonido del hogar, bombillas repartidas por la casa que avisan del sonido del timbre de la puerta o del portero automático. Aunque progresivamente van perdiendo visión (fundamentalmente aquellas personas sordociegas con síndrome de Usher Tipo I, y tienen dificultades en detectar los desniveles del suelo, localizar obstáculos (principalmente por la noche), así como percibir los destellos luminosos del dispositivo que utilice en su hogar, suelen ser reacios a incorporar en su vida diaria las ayudas técnicas basadas en el tacto o la vibración: los bastones blancos de movilidad, cintas métricas adaptadas o ayudas técnicas del hogar por vibración.

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