domingo, 1 de abril de 2012

DOMINGO DE RAMOS EN CUENCA

Cuenca inicia su celebración con la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, con la procesión del Hosanna. Se une el acto litúrgico de la Bendición de las Palmas, representando la entrada del Nazareno en Jerusalén para dar origen a su Pasión

La imagen de Jesús  entrando en Jerusalén (vulgo “La Borriquilla”) está, como la mayoría de las que componen nuestra Semana Santa, tallada en madera policromada y  podríamos enclavarla junto a otras como el San Juan Bautista o el Cristo Yacente dentro de la categoría de imágenes individuales, la otra gran especialidad de su escultor, Luis Marco Pérez  (Fuentelespino de Moya, 1896- Madrid, 1983),  junto a sus espectaculares grupos escultóricos.
El paso tallado en 1951 consta, sin embargo, de dos figuras pese, a lo cual no podemos hablar de grupo escultórico en tanto en cuanto la conexión entre ambas es inexistente. No siendo del todo correcta la caracterización, podríamos hablar en este caso de una escultura de tipo ecuestre (del latín "equus"= caballo) con la peculiaridad de que es un asno en lugar de un caballo, sobre lo que aparece el personaje central de la escena que forma con el animal un todo indisoluble, una estructura única.
La figura de Jesús posee un rostro ciertamente expresivo, entre emocionado por las muestras de afecto con que el pueblo lo recibe y temeroso, por lo que parece prever, se le viene encima.
Es el realismo anatómico y la expresividad de las obras del genial escultor conquense lo que le conecta directamente con la escuela castellana de escultura Barroca y concretamente con el que es su mayor influencia, Gregorio Fernández. Influencia asimilada y reforzada durante su estancia en Valladolid (epicentro creador durante el siglo XVII) como profesor en la Escuela de Artes y Oficios.
Esta imagen es portada por 30 Banceros.
La imagen de la Virgen de la Esperanza está tallada en madera policromada y podríamos incluirla siguiendo una clasificación tipológica de las imágenes que forman nuestros desfiles dentro de las imágenes individuales de vestir.
Esculpida por el afamado diseñador conquense Eduardo Ladrón de Guevara, vino a completar el desfile de Hossana en 1990, año en que el artista donó dicha imagen, venerada hasta entonces en Priego,  a la Hermandad de Jesús Entrando en Jerusalén.
Su principal característica y la que le da mayor valor dentro de nuestra semana de pasión, es precisamente su singularidad:
Se trata de una virgen de dimensiones más reducidas a lo que nos solemos encontrar en nuestros desfiles y su gesto es de una gran dulzura frente al más austero del realismo barroquista de las vírgenes de Marco Pérez, Coullaut Valera o Martínez Bueno. 
Es evidente, sin embargo, la idealización que, como cualquiera de los artistas citados y de muchos otros a lo largo de la Historia, realiza el escultor de la imagen de María.
Es el propio Eduardo Ladrón de Guevara el que, año tras año, se encarga de vestir a la virgen durante todo el año y para el desfile procesional. Las andas de la virgen fueron realizadas por la Famila Soria.
Esta imagen es portada por 30 Banceros.


PROCESIÓN :


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