jueves, 19 de abril de 2012

MI EXPERIENCIA EN SORDOCEGUERA (3 y final)


UN DÍA NORMAL EN MI VIDA.

Como he dicho antes, vivo con mis padres, ya mayores, en Jábaga, un pueblo casi vacío en invierno, donde la mayoría de sus habitantes son personas de más de 65 años. La gente más joven pasa el día fuera, trabajando o estudiando. Un día en mi vida es igual a otro; un lunes normal es lo mismo que un domingo de ramos o un día de san Valentín. Es rarísimo que haya cambios significativos, todo es muy rutinario: me levanto, preparo mi desayuno y el de mis padres en alguna ocasión, lo tomo, me arreglo. Hago as tareas domésticas que unas veces son más duras y otras menos pero menos cocinar, que lo hace mi madre, hago todo lo demás a mi manera, con mil técnicas que me enseñaron en la ONCE o que aprendí yo sola, a base de fracasos, golpes y mucha fuerza de voluntad.


Si me sobra tiempo, leo el periódico en el ordenador o veo y respondo correos. Como, y si el tiempo lo permite, salgo a pasear con mi madre o alguna vecina, si es verano, reposo un poco la siesta. Paso otro rato en el ordenador, pues es mi único medio de acceso a la información y comunicación fuera de casa. Cenamos, y pasó un rato acompañando a mis padres en el salón, ellos viendo la tele, yo, escuchando si me comentan algo o simplemente sin hacer nada. Y a la cama hasta el día siguiente.

Me encanta caminar y aprovecho toda ocasión para hacerlo. También me gusta mucho escribir relatos, poemas, etc., recientemente acabo de escribir un libro que es un recopilatorio de todo lo que me ha pasado por la imaginación en varios años. Lo difícil ahora es que lo pueda sacar a la luz, pues no tengo apoyo de nadie, no sé dónde ni cómo lo podría editar y ponerlo en venta...


Para quienes vivimos en un pueblo pequeño y además estamos limitados, las ayudas y apoyos están prácticamente nulos. Los sordociegos, por lo general, somos personas muy inquietas, con muchísimas ganas de hacer cosas, con muchas ansias de que la vida o la suerte nos den alguna pequeña alegría, ya que son poquísimas las que recibimos. NO podemos disfrutar de las canciones porque no entendemos las letras o no oímos la música; no podemos oír películas ni ver teatro; los concursos de tv o de radio son inaccesibles para nosotros: o no los hay, o los que hay alguna posibilidad de participar necesitamos que se adapten un poco más a nuestras necesidades, ya que tendríamos que tener durante la participación a un intérprete para que nos ayudara a recibir la información del presentador o de los demás concursantes, para así poder participar nosotros con plena normalidad... Y no es que un sordociego “no pueda hacer algo”

No hay comentarios:

Publicar un comentario